jueves, 25 de agosto de 2011

Capitulo 13: Amistades y sospechas.


Despertar y ver a Jacob dormir en el suelo a la par de la cama solo hizo que me sintiera peor. Culpable por su preocupación. Más aun de lo que ya me sentía.

Su mano estaba a unos centímetros de mi rostro; tanto que podía sentir el calor que de ella emanaba.

Me incorpore lentamente, tratando de no despertarlo; baje de la cama con cuidado, observándolo fijamente. Y mientras me colocaba mis zapatillas, no pude evitar sonreír ante su aspecto de sueño profundo y tranquilo.

¿Qué había en Jacob que me atraía tanto? ¿Por qué no podía dejar de pensar en el? ¿Cómo hacia el para hacerme actuar como una simple humana? ¿Cómo hacia para que olvidara el monstruo que soy? ¿Cómo es que podía manipularme tanto?

Cerré mis ojos, en un intento de despejar todas esas preguntas de mi mente, y en cuanto los abrí vi mis audífonos y mi reproductor mp3 a un costado de la cama; los tome y sali de espaldas por la puerta, controlando aun que Jake no despertara.

-Deberías seguir descansando.- la voz de Rachel me tomo por sorpresa mientras salía de la habitación.
-¡Shh!- la mire por un instante y volví mi mirada hacia Jake, quien seguía durmiendo profundamente. Cerré la puerta con cuidado y volví a sonreír. –Todo un día en cama es suficiente para mi.- la mire. –Además, el lo necesita mas que yo.
-No se como lograste salirte con la tuya. Con lo preocupado que el estaba por ti.- me miro y rió.
-Cumplo mis promesas, Rachel.- la observe llevar un cesto de ropa limpia hacia la mesa. La seguí y me senté en una de las sillas.
-Eso espero.- coloco el cesto en la mesa. –O te la tendrás que ver con el después.- rió. Solo asentí y sonreí de lado.

Yo tampoco entendía como es que Jake me dejo salirme con la mía. No pudo ser fácil para el…

…Desperté por el fuerte olor etílico cerca de mi nariz.

-¡Gracias a Dios!- Rachel estaba cerca mío, sosteniendo mi mano. -¡Jake, ya despertó!- grito. Pude oír a Jacob soltar el teléfono y correr a la habitación.
-¿Estas bien?- se acerco y tomo mi mano con fuerza. –Intenta llamar de nuevo a Carlisle.- le ordeno a Rachel.
-Ok.- vi salir a Rachel corriendo hacia la sala.
-¿Qué sucede?- trate de incorporarme, pero las manos de Jacob me sostenían. -¿Por qué van a llamar al doctor Cullen?- mi cabeza me daba vueltas y dolía.
-Tranquila.- su voz estaba agitada y preocupada. –Te desmayaste ¿Recuerdas algo de lo que hiciste hoy? ¿Qué estabas haciendo antes de desmayarte?- me miro fijo sin soltar mi mano.
-Recuerdo que me estabas presentando a Sam…- trague saliva. –Sam Uley.- suspire y me senté en la cama.
-¡No puedo comunicarme con el!- interrumpió Rachel desde la puerta de la habitación. Nos miro a ambos. –El teléfono da fuera de área.- miro a Jacob.
-¡Sigue intentando!- le ordeno serio.
-¡¡No!!- los mire a ambos. -¡No lo llames!- mi respiración se acelero.
-Row, debe revisarte algún medico y el doctor Cullen es de confianza. Tu lo sabes.- me miro fijo Rachel. –Además, estuviste mas de 10 minutos inconciente.- se acerco a la cama.
-Por favor, Jake.- lo mire a los ojos y sostuve en alto su mano. –Por favor. Estoy bien. Mírame.- y lo hizo directo a mis ojos. Pude ver en ellos la preocupación, y el susto antes de esta. Pude verlos tan claros en ellos, que me hizo sentir mas culpable. –Estoy bien.- le susurre y sonreí para que me creyera.

Al igual que sucedió con Fred, el asintió mirándome aun a los ojos; como si en ves de que le estuviera rogando de que no lo hiciera, se lo estuviera ordenando.

-¿Jake?- Rachel lo miro fijo.
-Con una condición.- cerró sus ojos unos segundos y sacudió su cabeza, como si intentara despejar su mente. –Prométeme que harás reposo.- me miro y soltó mi mano para cruzarse de brazos. –Y que en cuanto localice a Carlisle iremos a verlo.- su mirada seria casi causaba risa, por que en ella había algo tierno, tal vez por el hecho de que no quería que me pasara nada malo, lo cual me resultaba mas tierno aun.
-Lo prometo.- sonreí y me acomode en la cama.
-¡Increíble!- Rachel salio de la habitación murmurando un sin fin de cosas. Jacob se quedo mirándome fijo hasta que me que de dormida.
-Descansa.- fue lo ultimo que escuche de el…

Reí bajo ante aquel recuerdo. Pero aun seguía sin entender ¿Cómo es que había logrado que Jake desistiera de la idea de llamar a Carlisle en ese momento? ¿Tendría un don como Fred? ¿La manipulación seria mi don? Solo eso explicaría el por que Fred no me saco a rastras de Forks. Y el por que Jacob no llamo a Carlisle. ¿Seria eso posible?

-¿Row? ¿Estas bien?- Rachel interrumpió mis pensamientos y me miro fijo. -Despertare a Jake.- susurro preocupada y se encamino haca la habitación, pasando por mi lado derecho.
-¡No!- tome su brazo con fuerza, frenando su caminar. -¡Estoy bien!- me incorpore sin soltar su brazo y mirándola directo a los ojos. Ella bajo su mirada a mi mano, que aun apretaba su brazo, e hizo un gesto de dolor. -¡Lo siento!- la solté y me aparte de ella, mirando al suelo. –Perdón…es solo que…- suspire –Jake se ha desvelado por mi culpa y solo quiero que descanse un poco.- la mire apenada por mi reacción.
-Tienes una gran fuerza.- susurro y me miro fijo mientras tocaba su brazo, haciendo una pausa por varios segundos, tratando de entender mi reacción. Luego suspiro y miro hacia la habitación. –Tienes razón en cuanto a Jake.- volvió su mirada a mi rostro. –Lo dejare descansar.
-Gracias.- la mire. –Lamento mucho lo de tu…- me interrumpió levantando una mano para callarme.
-No te preocupes.- sonrío de lado. –Te preparare algo de comer antes de que me vaya a casa de Emily.- se giro hacia la cocina y prendió una hornalla, colocando en ella una sartén. Estaba algo nerviosa. ¿La había asustado?
-¿Te molesta si voy contigo?- me senté mientras la observaba preparar la comida.
-No, claro que no.- rió a medias. –Te hará bien tomar algo de aire.- me miro de reojo.
-Si.- suspire.

Aun me sentía apenada por mi reacción hacia Rachel.

Nunca había reaccionado así antes. ¿Qué me estaba sucediendo?

La comida, como siempre, era abundante –carne con huevo, puré de papas y un tazón con sopa-. Por alguna extraña razón me sentía asqueada ante tanta comida. Pero la termine a toda. No quería oír sermones por parte de Rachel.

Luego de unos minutos salimos, nos subimos al auto de Jake y nos dirigimos a la casa de Emily.

El viaje fue silencioso. Sin palabras, sin miradas. Pero por sobre todo fue corto.

En cuanto baje del auto, volvió a golpearme ese olor que hacia que volara, dándome paz y tranquilidad.

-¡Row!- Emily salio de la casa y se encamino directo hacia mi. -¡Me alegra que estés bien!- sorpresivamente me abrazo. -¡Que susto nos volviste a dar, niña!- me miro y sonrío. -¿Cómo te sientes?
-Mucho mejor, gracias.- sonreí ante la sorpresa de su reacción.
-Sam estuvo preguntando por ti.- me miro. –Se quedo muy preocupado por lo que te paso.
-Si.- Rachel me miro. –El estuvo en casa ayer mientras tú dormías.
-Lo siento. No quise preocuparlos tanto.- las mire a ambas. -¿El esta aquí?
-No.- rió Emily. –Tuvo que salir a hacer unas cosas, pero lo veras en la noche y podrás hablar con el.- rodeo mis hombros con su brazo derecho, guiándome hacia la casa. –Nos alegra que estés bien.- me miro. –Los chicos también quedaron preocupados por ti.
-Al parecer les caes muy bien.- rió Rachel.
-Si, claro.- reí.

Me senté en una silla apartada del camino de Emily y Rachel. Y las observaba moviéndose y hablando en la cocina mientras preparaban la comida para Sam y los chicos.

La charla que ellas mantenían poco me atraía. Mi mente estaba en otro lado. Tanto que mis únicas respuestas hacia sus preguntas eran: si, no y algunas risas bajas ante algún chiste o comentario gracioso que ellas hicieran.

No podía evitar dejarme llevar por mis pensamientos. En especial si giraban en torno a un solo nombre.

Fred.

-Esto debe aburrirte ¿verdad?- Emily se coloco en frente de mi, cortándome mi vista hacia fuera de la casa y cortando todo pensamiento sobre Fred. Tarde un poco en contestarle.
-Lo siento.- sonreí apenada al ver que era tan obvia. –La cocina definitivamente no es lo mío.- la mire.
-¿Por qué no sales a caminar un poco?- sugirió Rachel. –La playa no esta muy lejos de aquí.- sonrío. Al parecer no había signos de enojo por lo sucedido.
-¡Buena idea, Rachel!- Emily tomo mi mano y me obligo a ponerme en de pie. –Ven, te mostrare el camino.- sonrío.

Emily tomaba mis hombros mientras caminábamos hacia el supuesto camino hacia la playa en un profundo silencio.

-Es por allí.- señalo con un dedo un sendero marcado. –Te llevara directo hacia la playa.- sonrío. –Ve, toma un poco de aire, camina y relájate.- sugirió.
-Gracias.- la mire y sonreí. –Lo haré.
-De nada. Solo…- me miro seria –no te desvíes del camino.
-No lo haré.

El sendero atravesaba parte del bosque que rodeaba la propiedad de Emily y finalizaba en la desembocadura de un arrollo en el mar.

Todo estaba tan tranquilo.

El día estaba en su clima calido, indicio de que estaba llegando primavera.

Coloque mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y saque mi reproductor mp3. Me coloque los audífonos y comencé a escuchar mi música preferida. Pero aun con música en mis oídos, no podía dejar de pensar en Fred.

Necesitaba saber de el.

Necesitaba saber si estaba a salvo, vivo.

Emily no se había equivocado. El sendero llevaba directo hacia la playa. Playa que estaba desierta. Sin gente. Solo el mar y la arena. Y un cielo que, de a ratos, se poblaba de nubes, cubriendo el sol de la tarde.

A los lejos, divise un tronco, ubicado de tal manera que parecía un asiento. Me encamine hacia el y me senté mirando hacia el mar. Inspire profundo, cerrando mis ojos, llenando mis pulmones de la brisa que este traía y exhalé mas relajada. Pero al hacer esto, mis pensamientos volvieron a girar en torno a Fred. Podía ver su rostro. Y dolía.

Abrí mis ojos lentamente.

Era el momento justo para ordenar esos pensamientos. Estaba sola, sin nadie que los interrumpiera. Era el momento indicado.

Tenia que averiguar que era lo que estaba sucediendo aquí. ¿Por qué Fred no quería que me acercara al clan de ojos amarillos? ¿Su miedo se basaba en lo que le había ocurrido a sus amigos, a su aquelarre?

Si mis sospechas eran ciertas, si Carlisle era de ese Clan del cual Fred me había contado ¿Dónde estaba el resto? ¿Sabrían de la existencia de Fred? ¿Sabrían de mi existencia?

Mientras formulaba esas preguntas, un rostro familiar vino a mi mente. El rostro de Jacob.

Otras preguntas comenzaron a surgir alrededor de su rostro. Preguntas que también giraban en torno a su desaparición de un mes fuera de casa, lejos de su familia y amigos. Pero ¿Por qué lo hizo?

¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Qué tenia que ver Jacob y todo el resto con los Cullen? ¿Sabrían ellos que los Cullen eran vampiros? ¿Sabrían ellos y los Cullen de la existencia de esos enormes lobos?

Mi respiración se acelero en cuanto relacione a Jacob con Carlisle, llevándome a una posible conclusión.

Si Carlisle y Jacob pasaban tiempos juntos ¿seria posible que Carlisle le haya contado a Jacob sobre mi verdadera naturaleza? ¿Qué tanto sabia Carlisle de mi? ¿Habría mi ADN revelado lo que soy? ¿Por qué Billy le pedía ese ADN? ¿Qué tenia que ver conmigo?

La música en mis oídos paso a ser música de fondo, un simple relleno ante mis pensamientos y conclusiones.

Solo había una persona capas de responder todas mis preguntas. Pero ¿Cómo hacérselas sin dejar en evidencia lo que soy? Sin arriesgar más a Fred.

Necesitaba hablar con Billy, pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo iniciar una charla con el sobre vampiros y lobos gigantes?

Aun con la música en mis oídos, y la profunda concentración en mis pensamientos y conclusiones, pude oír pasos detrás de mí. Pero lo que lo delato fue su olor. Coloco su mano en mi hombro izquierdo y, solo por mera diversión –y un poco de actuación- tome su brazo lanzándolo hacia delante de mí.

-¡Aaah!- se quejo al caer de espaldas sobre las pequeñas piedras que había en la arena y rió. –Veo que ya estas mejor.- me miro.
-¡Maldición, Jacob! ¡Me asustaste!- fingí tal cosa.
-Ahora veo por que Jared esta tan molesto contigo.- se incorporo rápidamente y se sentó a mi lado mientras quitaba las pequeñas piedras de su espalda.
-Solo actúe por reflejo.- lo mire mientras quitaba mis audífonos de mis oídos.
-¡Si, claro!- sonrió y no pude evitar reír un poco ante aquella sonrisa suya. -¿Qué haces aquí? Me prometiste que harías reposo.- su intento de seriedad me causaba mas gracia.
-¡Oh, vamos! ¡Estoy bien!- le asegure y sonreí.
-Si. Es lo que acabo de comprobar.- rió
-Necesitaba tomar un poco de aire fresco.- guarde mi reproductor en el bolsillo. –Y tu necesitabas descansar.- lo mire.
-No fue eso lo que me prometiste.- me miro serio. –Además yo…
-¡Vaya, vaya, vaya! Pero miren quienes están aquí.- Quil nos interrumpió y nos miro a ambos.
-Hola, Quil.- lo mire sonriendo. -¿Cómo estas?
-Muy bien.- se acerco un poco más hacia nosotros. –Y al parecer tu también lo estas.- miro a Jacob y asintió en forma de saludo.
-Si, bueno…- mire a Jake y me puse de pie. –Tu amigo no cree lo mismo.- me crucé de brazos y camine hacia Quil, colocándome a un costado de el.
-Prometiste descansar.- murmuro Jacob.
-Prometí hacer reposo y lo hice, todo el día de ayer.- lo mire fijo. –Cumplí mi promesa.- sonreí.
-¡Oh, vamos Jake! ¡Ella esta bien!- intervino Quil. –Olvídate de el.- me miro y sonrió. -¿Quieres divertirte?
-¿Divertirme?- sonreí. -¿Cómo?
-¡No!- Jacob se coloco de pie y nos miro a ambos. -¡No lo hará!- miro a Quil serio. -¡Recién se esta recuperando!
-¿Hacer que?- los mire a ambos curiosa. Seguían mirándose el uno al otro sin responderme. -¡¡Chicos!!- los mire. Oí pisadas acercase por el lado norte de la playa.
-¡¡Quil!! ¡¡La marea ya esta alta!! ¡¡Vámonos!!- era Collin quien gritaba. Se giro sobre si y volvió por donde salio.
-¡Ven, te mostrare!- Quil tomo mi mano y salimos corriendo en la misma dirección que Collin. Jacob tardo unos minutos, dudando si seguirnos o no, pero al final lo hizo.

Atravesamos el bosque –por el lado norte de la playa- y todo el camino era empinado, como si estuviéramos yendo por una montaña cuesta arriba.

Aun podía oír el romper de las olas contras las rocas.

-¿A dónde estamos yendo?- le pregunte a Quil.
-Ya lo veras.- se giro un poco sobre su hombro para mirarme sonriendo. Imite su postura solo para ver el rostro de Jacob, el cual estaba algo serio. Era preocupación mas que seriedad lo que había en el.

En cuanto llegamos pude ver a Embry, Jared, Collin, Paul y Brady parados cerca del final del camino, sonriendo al ver que nos acercábamos.

Estábamos parados en la cima de un acantilado, no de una montaña.

-Hasta que decidieron venir.- dijo Paul que, al igual que el resto, estaba descalzo.
-Si, bueno… no fue fácil convencer a Jacob de que dejara venir a Row.- Quil se encamino hacia la orilla y miro hacia abajo. –Ya es hora.- me miro. -¿Lista?
-No, no lo hará.- intervino Jacob. –Es peligro para ella.- los miro a todos serio y se coloco delante mío como protección. Todos se miraron y sonrieron de lado.
-Le aposte $15 a Jared a que no saltabas.- Embry se acerco a mi sonriendo. -¿harás que pierda esa apuesta?- colocó su brazo alrededor de mis hombros.
-¿Quieren que salte desde aquí?- los mire sonriendo de lado.
-No, queremos que te desmayes.- le murmuro Jared a Paul en susurros. Este le dio un codazo y lo miro serio. Se mantuvieron en silencio por unos minutos hasta que decidí contestarles.
-Esta bien.- mire a Embry mientras quitaba su brazo de mis hombros. –Lo haré. Saltare.- coloque una mano en el hombro de Jacob, quien fulminaba con la mirada a Jared. -¿Podrías sostener esto?- le entregue mi reproductor con mis audífonos.
-¿Estas segura que quieres hacerlo? No tienes que probar nada.- me miro a los ojos.
-Si, Jake.- cerré su mano. –Estoy segura.
-Te dije que tenía carácter.- susurro Quil a Collin y ambos sonrieron.
-¿Qué tan alto es?- pregunte mientras me quitaba la chaqueta.
-15 metros.- respondió Paul. Solo asentí y quite mis zapatillas y mi remera mangas larga, que dando solo con una sudadera. Oí los murmullos al quedar al descubierto mi tatuaje en la parte baja de mi espalda.
-Lindo tattoo.- dijo Jacob sonriendo de lado.
-Gracias.- sonreí algo avergonzada.

Me encamine hacia la orilla del acantilado, tome aire, mire hacia abajo y me volví 3 pasos para, de una vez, saltar. Y en cuanto me sumergí, todo quedo en silencio. En un profundo silencio.

Sentía la adrenalina correr por mi sangre y llegar a mi pecho, haciendo que mi corazón latiera mas rápido.

No podía quedarme bajo el agua demasiado tiempo. Sospecharían o preocuparía de nuevo a Jacob si lo hacia. Así que patalee sin dificultad alguna hacia la superficie. Y en cuanto lo hice, oí los gritos de ovación de todos, ecepto de Jared.

-Acabas de perder $15, Jared.- decía Quil riéndose.
-¡Paga!- decía Embry.

Pude oír también la risa de Paul y Brady.

Nade hasta la orilla y en cuanto sali, Jacob estaba esperándome con su enorme sonrisa y mis pertenencias en sus manos. Me acerque a el y fingí sentir un escalofrío mientras me abrazaba sola.

-¿Estas bien?- me rodeo con sus brazos, los cuales estaban muy calidos ante el contacto de mi fría piel.
-Si, solo eufórica por la adrenalina.- sonreí y camine a su lado.
-Es común. Nos sucede a todos cuando lo hacemos por primera vez.- rió sin soltarme. –Vamos. Te llevare a casa para que te cambies de ropa y luego ir a casa de Emily.
-Ok.- me gire un poco para mirara hacia la cima del acantilado y pude ver a Quil y Embry saludar con una mano e imite tal acción devolviéndole el saludo.

No hubo comentarios sobre mi salto mientras nos dirigíamos hacia casa.

Su brazo aun rodeaba mis hombros, dándome calor mientras que en su otra mano llevaba mis pertenencias.

Se sentía tan bien tenerlo así. Abrazándome.

Al igual que Fred, Jacob me hacia sentir segura, protegida, a salvo. Pero sobre todo, me hacia sentir humana.

Pero ¿Por qué sentía esto? ¿Me estaba enamorando de Jake?

No nos tomo mucho tiempo llegar hasta su casa. Y en cuanto la divise quite su brazo de mis hombros y mire al suelo hasta llegar al porche.

Pude sentir su mirada sobre mí ante mi cambio de actitud.

-¿Sucede algo?- me miro fijo mientras se acercaba para abrir la puerta. Pero no pude contestarle.
-¡¡Jacob!!- una mujer salio del bosque y se detuvo mirándonos fijo y seria. Nunca la había visto.
-¿Quién es ella?- la mire y luego mire a Jake.
Es Leah Clearwater. La hija de Sue.- la miro y suspiro pesadamente. –Entra y cámbiate de ropa.- me ordeno sin sacar su vista de ella. –No tardare mucho.- volvió su mirada hacia mi y sonrió.
-Esta bien.- susurre mientras mi mirada volvía hacia la hija de Sue.

En su rostro serio no pude ver ningún parecido con su adorable madre, por lo que deduje que su parecido era mas a su padre.

Su aspecto físico era increíble, atlético y delgado. Y, al igual que el resto de sus amigos, llevaba el mismo tatuaje, unos shorts cortos –los típicos para una chica-, una sudadera sin mangas y estaba descalza.

Pude notar en su actitud que no era de su agrado.

Entre a la casa sin decir nada mas y me dirigí hacia el baño, escuchando como Jacob caminaba hacia ella. Y atenta para escuchar su conversación. Era hora de empezar con mi investigación. Necesitaba saber que tanto ocultaban todos aquí.

-¿Terminaste tu turno de niñero?- en su voz destellaba mas que definitivamente no era de su agrado. Pero ¿Por qué? ¿Qué le había hecho yo para que fuera así? -¿O será que tengo que esperar a que ella se duerma para poder venir a informarte de lo que esta pasando?
-No empieces Leah.- la voz de Jacob se volvió gruesa ante la arrogancia de Leah. -¿Qué quieres?
-Vine a mantenerte informado, como pediste.- murmuro.- Volvió. El chupa sangre que se escapo la otra vez volvió. Seguimos su rastro con Seth.- ¿chupa que? ¿De que hablaban?
-¿Dónde?
-En la frontera.- respondió Leah algo molesta. –Emmett y Jasper se encargaran en esa parte. Al parecer esta solo. Pero hay algo mas.- ¿estaban cazando vampiros?
-¿Qué cosa?
-Seguimos un rastro viejo. Era débil, pero pudimos seguirlo.
-¿Y a donde se dirigía? ¿Hasta donde los guío?- hubo un silencio por parte de Leah. -¡Leah habla!- esta suspiro pesadamente.
-Nos guío hasta aquí.
-¡Fred!- susurre para mí.

Hubo otro silecio.

-¿Qué piensa Carlisle de esto?- note en la voz de Jacob cierto enojo ante lo que le dijo Leah.
-El cree que un simple vampiro curioso.- rió irónica y molesta. –Jasper no piensa lo mismo. El cree que puede ser alguien enviado por los chupa sangres italianos.- oí un gruñido por parte de Jake.
-Pienso igual que Carlisle.- oí sus pasos de un lado a otro. –No debe tratarse más que de un simple curioso.- murmuro. –Si fuera un enviado de los italianos Alice lo hubiera visto.
-Te equivocas ahí. La psíquica no puede verlos.- Leah estaba elevando su voz. –Le paso lo mismo que a los que los encontraron en el prado.

Mi respiración se acelero al oír esto.

Sin duda hablaban de Fred y de mí.

Esto confirmaba que no me identificaron, no me reconocieron. Pero ¿Cómo sabia Leah lo del prado? ¿Qué ocultaban? ¿Quiénes eran Alice, Emmett y Jasper? ¿Pertenecían al clan de ojos amarillos? ¿Cómo se enteraron si los únicos que estuvieron presentes allí fueron los lobos?

Oí otras pisadas acercarse a ellos.

-Sam.- la voz de Leah bajo un poco.
-Supongo que Leah te informo de todo.- la voz de Sam denotaba seriedad. -¿Tu que crees Jake? ¿Curiosidad o peligro?
-No lo se.- suspiro pesadamente. –Podría ser ambos. Pero ¿Por qué vendrían hasta aquí? Es lo que no encaja en todo esto.
-¿Qué pasara ahora?- pregunto Leah.
-Debemos mantener la seguridad de nuestra tribu.- contesto Sam.
-Tenemos un problema.- la voz de Paul apareció de la nada. –Encontramos un cuerpo cerca del río, a unos kilómetros de aquí.- oí gruñidos. –Esta drenado y lleva el mismo olor del rastro que seguimos. Carlisle esta allí y quiere verlos a los dos.
-Leah busca a Embry y vigilen la reserva.- ordeno Jake. –Sam iré en unos minutos. Tú y Paul adelantasen.
-Te esperaremos.- dijo Sam.

Todo lo que oí después fue el silencio.

Me moví rápido hacia el baño y me encerré allí sin saber que hacer.

Solo de una cosa estaba segura y era que Fred estaba vivo.

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