jueves, 25 de agosto de 2011

Capitulo 14: Alianzas extrañas.


Mi respiración se aceleraba junto con los latidos de mi corazón.

Las paredes del cuarto de baño comenzaron a hacerse cada vez más asfixiante. El cuarto comenzaba hacerse cada vez más pequeño ante mi desesperación de no saber que hacer.

Todo giraba en torno de Fred.

No hacia otra cosa mas que pensar en el, en su seguridad, en su vida que ahora corría peligro. Peligro de muerte.

Mi cuerpo temblo ante aquel pensamiento, haciendo que me levantara del suelo y saliera del cuarto.

-¿Jacob?- lo llame, solo para asegurarme de que no estuviera en casa. Y lo confirmo el silencio y la oscuridad de la misma.

Me dirigí a la habitación en un solo movimiento rápido; busque ropa seca, me cambie, ate mi pelo, tome la chaqueta negra con capucha con la que solía salir a correr –con la cual cubrí mi cabeza el día que nos encontramos con los lobos- y salí, asegurándome de que nadie me viera.

Mi decisión estaba tomada. Necesitaba saber todo lo que ocultaban. Pero más que nada, necesitaba saber que pasaría con Fred. ¿Qué decisión tomarían ante la evidencia de que había otro vampiro allí?

“¡Maldición, Fred! ¡Habiendo miles de humanos de los cuales alimentarte, tuviste que elegir uno de Forks!” pensé mientras observaba y vigilaba cada parte del bosque, siguiendo el inconfundible aroma de Jacob. Pero todo mi accionar fue interrumpido por un recuerdo, haciendo que me detuviera de golpe.

El recuerdo de mi primera casería fue tan doloroso, que me corto la respiración por unos cuantos segundos.

Fue el quien me enseño como cazar, como seguir el aroma y llevarme justo hasta mi presa.

Fue el quien todo este tiempo se encargo de que nada me pasara, de protegerme. De asegurarse de que llevara una vida casi humanamente posible, sin que nadie supiera de mi verdadera naturaleza.

¿Y que hice yo? Solo ponerlo en peligro, en evidencia ante sus enemigos del pasado. Y todo por mi estupida obsesión de encontrar a mi hermano.

Cubrí mi cabeza con la capucha de mi chaqueta y comencé a moverme mas rápido entre los árboles. Aun con el recuerdo en mi mente, aun con el aroma de Jacob en mi nariz.

No podía permitir que le pasara algo a Fred. No por mi culpa. No por una estupida obsesión.

Si tenía que dejar en evidencia lo que era –una vampira-, si tenia que confirmar que era yo la compañera de Fred, lo haría.

¿Cómo lo tomaría Billy? ¿Y Jacob?

Había atravesado casi 15 km por el bosque y el olor de Jacob se hacia mas fuerte en esa zona. Era como si el ya hubiera estado allí antes. Pero allí también había otro olor. Un olor dulzón que hizo que se me pusiera la piel de gallina. El olor de otro vampiro. Un vampiro que ya conocía.

“Carlisle” pensé y apreté mis puños con fuerza.

El viento corría en dirección contraria de donde me encontraba, por lo que no me detectarían.

Me trepe a lo alto del árbol que tenia mas cerca y crucé hacia otro en la dirección de donde provenía el olor de Carlisle. Y allí lo vi; observando fijamente el cadáver de un hombre.

Me había dejado envolver tanto por mis pensamientos, por mis preocupaciones y por seguir el rastro de Jacob que en cuanto vi el cadáver, y la sangre correr por el pequeño arroyo, mi garganta ardió por la sed que poseía en ese momento.

Llevaba semanas sin alimentarme, sin cazar. Y ese simple olor a sangre, ese simple olor a oxido y sal, hizo que mi garganta ardiera como si se estuviera quemando por dentro, produciendo en lo mas profundo de ella un siseo.

Unas pisadas que provenían del lado opuesto de donde se encontraba Carlisle, cortaron mi deseo por aquella sangre derramada.

Pude ver a Jacob y a Sam salir de entremedio de unos arbustos, vistiendo nada más que unos shorts.

-Sam. Jacob.- los saludo Carlisle sin voltearse a verlos. ¿Cómo sabia que eran ellos?
-Doctor Cullen.- saludo respetuoso Sam.
-¿Se sabe quien es?- el rostro de Jacob denotaba seriedad y enojo. Tanto, que se reflejaba en su hablar.
-No.- los 3 miraban el cadáver. –Podría ser cualquiera.- ¿hablaban del hombre muerto? ¿O del vampiro al cual estaban dando caza?
-¿Cree que esto tenga que ver con…?
-No, estoy seguro que no son ellos.- Carlisle interrumpió a Sam y lo miro fijo. En su rostro solo veía serenidad.
-Leah me contó lo que le paso a Alice.- se cruzaba de brazos. –Es alguien que tenia un don.- definitivamente no hablaban del hombre que yacía a sus pies muertos. Hablaban de Fred. Un completo desconocido para ellos, pero no para mí.
-Jake tiene razón.- Sam miro a Carlisle. –Fue extraño, pero le sirvió para huir ileso.- “Fred esta vivo” pensé para mí. “Pero ¿Cómo sabia Sam lo del don de Fred?”
-Descríbeme lo que sentiste.- la curiosidad de Carlisle se dibujo en su rostro en una pequeña sonrisa e hizo que se acercara un paso mas hacia Sam. Este bajo su mirada en un intento de concentración, apretando sus puños mientras se cruzaba de brazos.

Se mantuvieron en silencio por varios minutos mientras Carlisle y Jake miraban a Sam, esperando que este hablara.

La brisa que corría, traía hacia mí el dulce olor de aquella sangre derramada, haciendo que mi garganta ardiera con más fuerza. Pero mi concentración controlo aquella sed que tanto poseía.

Nada me importaba más que saber que planeaban contra Fred. Ni siquiera mi sed. Ni mi seguridad.

-Como le dije, fue extraño.- hablo finalmente Sam. –Estábamos a unos metros de ellos cuando los encontramos.- suspiro y apretó más sus puños contra su pecho desnudo. –Y en un instante sentí un dolor en mi cabeza y mareo, haciendo que quitara mi vista de el.- miro a Carlisle serio.
-¿Quiénes te acompañaban en ese momento?- la serenidad de Carlisle aun permanecía en su hablar y en su rostro.
-Paul, Embry y Jared.- respondió Sam, relajando un poco su postura.
-¿Qué sucedió después?
-Pasaron como 15 o 20 minutos y todo desapareció junto con el.
-Paul, Embry y Jared sintieron lo mismo.- intervino Jacob, mirando a Carlisle serio. Este solo sonreía y asentía ante las palabras de Jacob.

El don de Fred era tan raro como extraordinario. Y fuerte, muy fuerte.

Lo había sentido y experimentado. Y sabia hasta que limites el podía llegar.

Me alegre un poco al saber que Fred estaba vivo gracias a su don. Pero esa alegría se interrumpió con preguntas que mi mente generaba ante aquella charla. Más preguntas de las cuales solo obtendría respuestas si me quedaba allí, observándolos a escondidas. ¿O debería decir “espiándolos”?

-¿Crees saber quien es?- pregunto Jacob a Carlisle de nuevo.
-No.- los miro a ambos. –Pero definitivamente no tratamos con cualquiera. Necesitaremos ayuda.- miro a Jacob.
-¿Ayuda? ¿Por qué? ¿Crees que pueda ser peligroso?- Sam lo miraba fijo.
-No. Pero si queremos saber que es lo que quiere y evitar una pelea, necesitaremos ayuda.- hizo una pausa y suspiro. –Nuestro visitante tiene un don extraordinario, único.- en eso coincidíamos, pero debía ser igual con cada vampiro que poseyera un don.
-¿No lo son todos en su clase?- interrumpió Paul, quien salía de entre los arbustos. Miraba a Carlisle serio y desafiante. Su nariz estaba arrugada, como si el olor que allí había le desagradara o repugnara.
-Lo son.- Carlisle lo miro y sonrió de lado. –Lo que no entiendo es ¿Por qué nuestro visitante les permite rastrearlo?- susurro pensativo para si, pero supuse que el resto pudo escucharlo tan claramente al igual que yo.

¿A que se refería con eso de “permitirle rastrearlo”? ¿A caso Fred podía hacer que eso no pasara? Pero ¿Cómo?

-¿De que hablas?- Sam estaba tan intrigado como yo. -¿Qué clase de don posee?- Carlisle suspiro y los miro a los 3.
-Nuestro visitante posee el don de la repugnancia mental.- fijo su mirada en Jacob. –Lo que tu y la manada sintieron es solo una parte de lo que verdaderamente puede hacer.- miro a Sam serio.
-¿Repugnancia mental?- murmuro Paul incrédulo ante lo que oía.
-Si.- contesto Carlisle y lo miro. –Dolor de cabeza, mareo, ganas de vomitar son algunos de los síntomas que genera este don.- miro a Sam. –Apuesto a que también creíste oler un aroma repugnante, como…- hizo una pausa pensativo. -¿algo podrido?- Sam fijo su mirada en el, asintiendo asombrado. ¿Cómo sabia Carlisle tanto sobre el don de Fred? ¿A caso ya lo conocía? ¿Se habían enfrentado en el pasado? ¿Era por esto que Fred no quería que me les acercara?

Se produjo otro silencio y mis ganas por saber aumentaron.

Mi cabeza no paraba de generar preguntas, tratando de unir los cabos sueltos de todo esto.

Era evidente que algo ocultaban.

Algo grande, que a su vez, los unía a todos. ¿Pero qué? ¿Qué podía ser tan importante para unir a dos seres tan distintos?

-Espera…- Jacob lo miro serio. -¿A que te refieres con eso de “permitirnos rastrearlos”?- sonreí en mi interior al escuchar la misma pregunta que yo me hacia. -¿Qué mas puede hacer ese don?
-Muy buena pregunta.- susurro Carlisle mientras sonreía de lado. –Su don actúa de la misma forma que el don de Jasper, a nivel corporal y según el ambiente que lo rodee.- tapo el cuerpo con una especie de lona negra. –Por lo que Sam y los chicos comprobaron no solo actúa de forma individual, sino también de forma colectiva.
-Eso no contesta lo que Jake pregunto.- intervino Paul. Al parecer, no era muy paciente. Y su postura tensa indicaba que así era. Carlisle suspiro y volvió a fijar su mirada en ellos 3.
-Su don es tan poderoso que puede hacer que te olvides de el si así lo quiere. Esto solo complica el rastreo y cualquier intento de acercarnos a el.- fijo su mirada en Jacob de nuevo. –Necesitaremos la ayuda de Bella.- susurro bajo.

Algo en su rostro mostraba que no quería hacerlo, que no quería acudir a ella. ¿Pero porque? ¿Quién era esa tal Bella? ¿Qué podía hacer ella contra Fred?

Jacob negó con su cabeza y miro al suelo. El tampoco estaba de acuerdo con esa idea.

-Hay algo que no encaja en todo esto.- interrumpió Sam. –Escuche a Leah decirte que siguieron un viejo rastro hasta tu casa.- fijo su mirada en Jacob. –Si esto no tiene nada que ver con los Vulturis y no te quiere a ti ¿Qué es lo que busca?- miro a Carlisle. –Huye en vez de enfrentarnos y nos permite rastrearlo, pero ¿Por qué? ¿Qué puede haber en tu casa que el quiera?- sus ojos se clavaron de nuevo en Jacob, quien seguía su razonar pensativo y en silencio.
-¡Row!- respondió finalmente Jacob y sus manos se cerraron en forma de puños. No hizo falta que volviera a repetir mi nombre, ni pregunta alguna para que tanto Carlisle, Sam y Paul cayeran en la cuenta de lo grabe del asunto.

Mi corazón se detuvo junto con mi respiración al oír a Jacob nombrarme.

Ellos aun creían que yo era humana.

Y ahora conocían el motivo por el cual “el nuevo visitante”, Fred, rondaba por estas tierras.

Vi temblar las manos de Jacob mientras fulminaba al suelo con la mirada. En su rostro se reflejaba la preocupación y el enojo ante aquella conclusión.

-Ten calma, Jake.- susurro Carlisle mientras sacaba de su bolsillo un celular. –Lo encontraremos y sabremos que es lo que quiere con ella.

Sam coloco una mano de en el hombro de Jacob en un intento de clamarlo. Acción que parecía ser errónea ante el evidente enojo de Jake.

Su cuerpo temblaba de tal forma que parecía que estaba sufriendo una convulsión.

-Tranquilo, hermano.- le susurro Sam. –Paul, busca a Jared y protejan la casa de Jake.- ordeno. –Ya saben que hacer si el se acerca allí.

Paul se aparto unos cuantos pasos y miro a Jacob serio, asintiendo ante la orden de Sam mientras su cuerpo convulsionaba de la misma forma que Jacob. Tanto, que se encorvo, dejando escapar unos bufidos que solo podían ser escuchados por los que estaban presentes.

Trate de concentrarme en la charla que mantenía Carlisle por celular, pero no pude.

Un horrible sonido hizo que volviera mi vista hacia el lugar donde se encontraba Paul, interrumpiendo mi atención en Carlisle quien seguía hablando por celular.

Su respiración acelerada junto con el latir desenfrenado de su corazón, su pantalón desgarrándose y el sonido que producían sus huesos, hicieron que mi piel se erizara y me quedara en shock.

¿Qué era lo que le estaba pasando? ¿Por qué el resto no hacia nada para ayudarlo?

Todo termino en unos cuantos segundos y en el lugar, donde antes se encontraba Paul parado, ahora se hacia presente un enorme lobo plateado, quien movía su pelaje de un lado a otro, sacudiéndolo.

Mis músculos no reaccionaban, ante el shock de aquello que estaba viendo. Solo mi mente pudo reaccionar y recordar que conocía a ese lobo.

Era el mismo que se hizo presente, junto con otros 3 lobos, el día que estaba con Fred en el prado. El día que Fred decidió jugarse la vida por mí.

-Quieren ayudar.- Carlisle guardaba su celular mientras miraba a Jacob. –Esme y Rosalie se quedaran con Nessie. El resto ya viene en camino.- hizo una pausa y se acerco a Jacob colocando su mano en el hombro de este. –Todo saldrá bien. Jasper y Emmett vigilan la zona.- Carlisle estaba tan tranquilo que contagio un poco de esa tranquilidad a Jacob. Este solo asintió y miro a Sam.

Sam miro de nuevo al enorme lobo plateado y este tomo esa acción como el pie para su retirada. Se giro y se perdió entre los arbustos del bosque.

Aun no podía reaccionar ante aquello que estaba viendo.

Todo este tiempo tuve a mis enemigos cerca y no lo sabia.

¿Era este el secreto que tanto los unía a todos y que tanto protegían? Pero ¿Qué papel jugaban Carlisle y su aquelarre en todo esto? ¿Quiénes mas podían transformarse en una especie de hombre lobo? ¿Eran eso, hombres lobos?

-Le avisare al resto.- Sam se acerco de nuevo a Jacob y lo miro fijo. -¿En donde te encontrare?
-Estaré con Emmett y Jasper en la frontera. El ultimo rastro nos guía hasta allí.- apretaba sus puños con fuerza. –Carlisle.- susurro y giro un poco su rostro para mirarlo. -¿Podrías protegerla hasta que regrese?- su voz se lleno de angustia ante aquel pedido.
-Lo hare.- respondió el Doctor Cullen mirándolo fijo. Volvió su mirada hacia Sam y asintió lentamente una sola vez en forma de despedida. Se movió rápido y desapareció en el bosque como un fantasma.
-Todo saldrá bien Jacob.- Sam volvió a colocar su mano en el hombro de Jake. –Lo encontraremos antes de que el la encuentre a ella.- bajo su mano luego de unos segundos y se alejo unos cuantos pasos de el mientras Jacob asentía lentamente sin decir ni una sola palabra.

Fue Sam quien respondió a la ultima pregunta que genero mi mente mientras lo observaba entrar en la misma fase de convulsión que Paul, solo que a el le tomo menos tiempo en convertirse en un enorme lobo.

Era el enorme lobo negro que guiaba a la manada aquel día en el prado.

Sam desapareció en el bosque, dejando solo a Jacob mientras yo seguía sin reaccionar.

¿Podía ser cierto todo esto? ¿Hombres lobos aliados a vampiros? ¿Cuál era la causa? ¿Qué otro secreto protegían?

Mi mente se llenaba de preguntas mientras observaba a Jacob, quien seguía sin moverse.

¿Qué estaría pensando? ¿Qué estaba sintiendo?

-¡Row!- susurro en un suspiro. -¿Qué me esta sucediendo contigo?- su corazón latía con mas fuerza.

Oía el latir de mi corazón seguir el mismo ritmo que el suyo, formándose un solo latir.

¿Qué nos estaba sucediendo a ambos?

Cerró sus ojos y suspiro lentamente, sin abrir aun sus manos.

Mis ojos se llenaron de lagrimas al verlo ahí, parado, sufriendo a causa mía.

No sabia que hacer, no podía reaccionar aun. Mi cabeza me gritaba que bajara y le hablara, pero mi shock me mantenía presa y alejada de el.

Pasaron 20 minutos mientras mi shock peleaba contra mi deseo. Y lo vi marcharse corriendo, atravesando el bosque aun con sus puños apretados y mirando solo hacia el frente.

Sentí mis lagrimas correr por mi mejilla.

Ya nada podía hacer.

Nada.

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